de nuevo, julio.

Creo que los albañiles, constructores, el cemento, la compactadora o aplanadora del demonio me están reventando la cien...

Por todos lados tienen que hacer bulla, por favor un poco de silencio.

Mejor será que comienze a preguntarle a mi abuela, a mi papá, a mi mamá, a Richard, a todos...

por qué siguen guardando la plata, es que acaso es tan necesario guardar "preveer para el futuro" cuando igual sabes que tendrás plata, que tendrás la maldita cuenta bancaria que te sustentará los caprichos más estupidos, que disfrutas tanto. Para eso esta la tarjeta de credito, para reventarla.

No se en verdad, estoy cansada, muy consumida por mi, por toda la maldad mostrada éstos últimos dás, y no solo en cuestiones de globo, sino tmabién cerca, muy al filo.

Mejor será que usen esa plata, no entiendo, usenla, gastenla en lo que les gusta, en lo que los complace, creamne si les digo que si yo tuviera ciertos ingresos considerables a mi cuenta, gastaría y gastaría para saciar esta sed, de no sé que. Nisiquiera se de qué tengo ganas, pero buscaría todo lo que me pudiera hacer feliz, en vez de buscar más estres, solo para llegar a tener más y más en la cuenta, más y más.

Ahora escucho Once de Glen Hansard & Marketa Irglova, super moody, blue... y no quiero estar tapada como una vieja con frío todo el día revoloteando en mi cama, se me hace riquisima la mayoría de veces, pero ya cansa, porque lo que nunca va cambiar en el ser humano es ser tornadizo, sería mas cómodo y facil acostumbrarnos a algo y no cansarnos de ese sabor, pero desgraciadamente no es así. Y digo desgraciadamente porque cuantos problemas nuevos nos traen los (valga la redundancia) 'nuevos aires'. Y es que son tan necesarios... cambiar de sabanas de vez en cuando, cambiar de olores, de sabores. Y me meto de nuevo en ese camino de delicia, y luego con qué me topo otra vez? con la mierda... nunca aprenderé.

Y que rápido se oscurecen estos días de julio, habían dias de sol hace poco, frescos, ricos.

Se esfumaron otra vez... quiero nadar, pero la piscina ésta seca, ahorita desearía vivir en una casa hacienda en inglaterra, ahora no quiero más ciudad, ya me cansó por ahora, ver las mismas caras de nuevo, y ni hablar del celular y lo espeso que puede llegar a convertirse, lo quiero destruir, además todo sigue igual... todo me cansó.